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La leyenda china Chen Long regresa a las pistas de bádminton

Una figura familiar ha atraído miradas curiosas en los Campeonatos del Mundo Junior de la BWF en Guwahati, pero no desde la pista, sino desde el rincón del entrenador. Los espectadores que esperan seguir a la joven escuadra china a menudo encuentran que su atención se desvía hacia el animado mentor que les guía.

Ese mentor no es otro que Chen Long, triple medallista olímpico y doble campeón del mundo que ahora navega por la vida al otro lado de los banquillos.

Una nueva presencia

A sus 36 años, Chen se encuentra en la India con el equipo nacional júnior de China, que ya ha ganado tres medallas. Su animado comportamiento detrás de los jugadores individuales masculinos, aplaudiendo enérgicamente, dando instrucciones e incluso levantándose de su silla durante una tensa semifinal, se ha convertido en todo un espectáculo.

Para los adolescentes que persiguen un puesto en la competitiva selección absoluta de China, tener al ex número 1 del mundo vigilando cada mitin conlleva tanto emoción como expectación.

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En declaraciones a los periodistas de ESPN, Chen admitió que su mayor tarea es convertir sus conocimientos como jugador en un propósito como entrenador. "Cómo puedo utilizar toda la experiencia que he acumulado a lo largo de los años para enseñar a los jugadores y ayudarles a rendir mejor en la cancha y ganar es mi reto como entrenador ahora", declaró. Añadió que recuerda a la plantilla que debe centrarse en cada punto en lugar de preocuparse por el marcador.

Del podio al banquillo

La última aparición de Chen en un gran evento fue la final olímpica de Tokio 2021, un partido que, sin que la mayoría lo supiera, se convirtió en el capítulo final de su fenomenal carrera como jugador. Después dejó el circuito de la BWF y se retiró oficialmente en 2023 para centrarse en su vida familiar con su mujer, la exnúmero 1 del mundo Wang Shixian.

Pero, como explicó, su conexión con este deporte nunca se desvaneció. "Después de jubilarme, lo pensé durante un tiempo y me di cuenta de que seguía teniendo entusiasmo por el bádminton. Así que volví como entrenador para seguir trabajando con el bádminton", dijo.

Papel emocional en la cancha

Su comportamiento en Guwahati ha suscitado rumores desenfadados de que ahora muestra más emoción que cuando era jugador. Chen no lo negó, señalando que entrenar desencadena un tipo diferente de tensión. "No necesito jugar en la pista para sentir la misma tensión que un jugador", afirmó.

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Reconoce que antes mantenía una fachada de calma para no perder la concentración. Ahora, intenta proyectar tranquilidad. "Si ganan un punto, les animo, pero si también pierden, sonrío y les digo que no pasa nada, que sigan jugando".

Chen se proclamó campeón del mundo júnior en 2007, antes de ascender a la cima del fútbol absoluto. Los jóvenes chinos responden bien a sus consejos, y Chen afronta su nueva etapa con paso firme, aunque la esperanza de igualar sus éxitos como jugador con sus logros como entrenador sigue latente.

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