10 leyendas del fútbol que nunca ganaron el Balón de Oro

El Balón de Oro es el premio individual más prestigioso del fútbol, pero incluso las mayores leyendas del deporte se han quedado sin levantarlo. Desde mediocampistas creativos hasta porteros históricos, esta lista repasa a diez jugadores excepcionales cuyo talento jamás fue recompensado con el codiciado galardón. Empezamos desde el número diez hasta el uno.

10. Franck Ribéry – el ganador del triplete que se sintió robado

En 2013, Franck Ribéry fue pieza clave en el histórico triplete del Bayern Múnich, pero solo quedó tercero en el Balón de Oro. El francés afirmó que fue "robado", culpando a la política en el fútbol por dejarlo fuera del primer lugar. Competir contra Messi y Ronaldo en su mejor momento no ayudó, pero muchos creen que tenía méritos suficientes para ganarlo.

9. Andrea Pirlo – el maestro que desafió las estadísticas

Andrea Pirlo no era un jugador que se midiera por números: su juego se basaba en la elegancia, la visión y el control del ritmo. A pesar de haberlo ganado todo a nivel colectivo, incluido un Mundial, su mejor posición en el Balón de Oro fue el quinto lugar. Si el arte y la influencia contaran más que las estadísticas, tal vez tendría un Balón de Oro en su vitrina.

8. Gianluigi Buffon – el muro que casi lo logra

Solo un portero ha ganado el Balón de Oro: Lev Yashin en 1963. Gianluigi Buffon estuvo cerca en 2006, terminando segundo tras conquistar el Mundial con Italia. Con una carrera llena de títulos, récords y paradas memorables, su ausencia en la lista de ganadores sigue siendo difícil de entender.

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7. Neymar – la superestrella que nunca brilló en el momento justo

Neymar fue alguna vez el gran candidato a dominar el Balón de Oro, pero su mejor posición fue un tercer lugar. Las lesiones, la presión mediática y estar siempre comparado con Messi y Ronaldo limitaron su impacto. A los 32 años, su legado ya es brillante, pero quedará marcado por el "qué pudo haber sido".

6. Dennis Bergkamp – el artista nunca coronado

Dennis Bergkamp enamoró al mundo con su estilo mágico, sobre todo en su mejor etapa en el Arsenal. Curiosamente, sus mejores posiciones en el Balón de Oro fueron antes, con un segundo lugar en 1992 cuando aún jugaba en el Ajax. Para alguien que encarnó la belleza del fútbol, no haberlo ganado parece injusto.

5. Luis Suárez – demasiado bueno, demasiado cerca de Messi

En la temporada 2013/14, Luis Suárez ofreció una actuación legendaria en la Premier League, y luego brilló en el Barcelona. Incluso ganando la Bota de Oro y siendo uno de los delanteros más letales, nunca llegó al podio del Balón de Oro. Compartir protagonismo con Messi fue un obstáculo difícil de superar.

4. Xavi – el cerebro del Barcelona más grande

Xavi fue el motor silencioso del mejor Barcelona y de una España histórica, controlando los partidos con inteligencia y precisión. A pesar de ganar todos los títulos posibles, nunca pasó del tercer lugar en el Balón de Oro. Su legado como uno de los mejores mediocampistas de todos los tiempos no necesita trofeos individuales para brillar.

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3. Paolo Maldini – la definición de grandeza defensiva

Paolo Maldini jugó durante 25 años en la élite con el AC Milan, ganando cinco Champions y siete títulos de Serie A. Quedó tercero en el Balón de Oro en 1994 y 2003, lo que no refleja del todo su grandeza. Para muchos, es el mejor defensor de la historia que nunca fue reconocido con este galardón.

2. Thierry Henry – un Balón de Oro que aún duele

En 2003, Thierry Henry fue el jugador más productivo de Europa, pero perdió el Balón de Oro ante Pavel Nedved. Con un Mundial, una Eurocopa y un legado eterno en la Premier League, su exclusión sigue siendo polémica. Incluso Didier Drogba dijo que Henry merecía ganarlo “diez veces”.

1. Andrés Iniesta – el genio que mereció más

Andrés Iniesta fue el corazón de la España dorada y del Barcelona más dominante, marcando incluso el gol que dio a su país la Copa del Mundo en 2010. Ese año quedó segundo en el Balón de Oro, por detrás de su compañero Messi. Admirado en todo el mundo, su ausencia entre los ganadores es, para muchos, el mayor error de la historia del premio.

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