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El legado futbolístico inesperado de Trump

Un vistazo transatlántico

Mientras Washington se prepara para el sorteo del Mundial de hoy, un episodio poco conocido de 1991 vuelve a llamar la atención. En aquel entonces, Trump era conocido principalmente como empresario inmobiliario en Nueva York, no como político, y mucho menos como figura vinculada a las tradiciones del fútbol inglés.

El evento al que se unió fue el sorteo del League Cup, un torneo eliminatorio del fútbol profesional inglés. Para lectores que no siguen este deporte, estos sorteos se transmiten con frecuencia porque determinan enfrentamientos que pueden generar gran expectación, especialmente si reúnen a clubes con rivalidades históricas.


Cómo un equipo de televisión terminó en Trump Tower

Según The Times, el programa británico Saint and Greavsie viajó a Nueva York a principios de los años noventa para cubrir las primeras etapas de la preparación del Mundial de 1994, que se celebraría en Estados Unidos. El programa, presentado por el exdelantero del Liverpool Ian St John y el ícono del Tottenham Jimmy Greaves, era muy popular por su tono humorístico y accesible.

Los productores intentaron, según The Times, conseguir un cameo de Robert De Niro o Woody Allen durante el sorteo, pero ambos declinaron. Más tarde, un productor coincidió con Trump en un evento de la FIFA y aprovechó la oportunidad para invitarlo a participar. Trump aceptó y pidió que la grabación se realizara directamente en Trump Tower.

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St John contó en una entrevista con The Guardian que Trump “claramente no sabía nada de fútbol”, pero valoró la posibilidad de aparecer en la televisión británica. Recordó que Trump fue amable y más interesado en hablar de golf que de los equipos del sorteo.


Un sorteo recordado por el humor y una rivalidad explosiva

Durante la grabación, Greaves bromeó sobre la lujosa sala de juntas, comparándola con el despacho de un antiguo directivo inglés, una referencia que Trump probablemente no entendió. El sorteo fue supervisado por el secretario de la Football League, David Dent, con Greaves eligiendo los equipos locales y Trump sacando los visitantes.

El momento más comentado fue la aparición del duelo entre Leeds United y Manchester United, dos clubes cuya rivalidad es una de las más intensas del fútbol británico. St John reaccionó sorprendido mientras Greaves advertía que Trump, sin saberlo, había generado un enfrentamiento de máxima tensión.

Trump respondió con humor, diciendo que sonaba como “un partido al que le gustaría asistir”. Muchos espectadores se divirtieron con el contraste entre un empresario estadounidense ajeno al fútbol y una de las rivalidades más profundas del deporte inglés.

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Después del sorteo, Trump habló brevemente sobre el estado del fútbol en Estados Unidos, señalando que nunca había “despegado del todo”, aunque aseguró que le gustaba y que jugó en la secundaria. El segmento terminó cuando Greaves le entregó una taza del programa, que mostraba la frase “It’s a funny old game” al llenarse con líquido caliente.

Según The Times, el entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, llamó posteriormente al productor del programa para quejarse, calificando la aparición como un “gimmick”. Su equipo terminaría derrotando al Leeds y ganando la League Cup de la temporada 1991, 92.


El nuevo papel de Trump en un fútbol en expansión

Más de tres décadas después de aquel episodio curioso, Trump vuelve a aparecer en un contexto completamente distinto. Está previsto que participe hoy en un sorteo ceremonial relacionado con el Mundial 2026, que será organizado conjuntamente por Estados Unidos, México y Canadá. La FIFA también le entregará su primer premio de la paz, según los medios, antes de que pronuncie unas palabras en el escenario.

El contraste con su intervención de 1991 es notable. Lo que entonces fue casi un accidente televisivo se convierte ahora en un acto formal dentro de un evento deportivo global, en un momento en que el fútbol registra un crecimiento sin precedentes en Estados Unidos.

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