La creatividad de Littler en el dardo deja sin respuesta a sus rivales, según Van der Voort
Una nueva dosis de imprevisibilidad ha irrumpido en el circuito profesional esta temporada. El responsable es el inglés de 18 años Luke Littler, cuyo ascenso meteórico ha modificado tanto la dinámica competitiva como las expectativas sobre los jugadores jóvenes. Su capacidad para improvisar bajo presión, junto con una sorprendente tranquilidad ante rivales con mucha experiencia, ha generado comentarios sobre la posibilidad de que el dardo esté entrando en una nueva era de dominio individual.
Influencia creciente
En el pódcast Darts Draait Door, el exprofesional neerlandés Vincent van der Voort afirmó que el nivel reciente de Littler le recuerda a los periodos más imponentes de Phil Taylor y Michael van Gerwen. Van der Voort, que compitió durante más de veinte años en la élite, dijo estar sorprendido por la naturalidad con la que Littler gestiona los momentos de mayor tensión.
Señaló como ejemplo el cierre de 121 puntos que Littler ejecutó ante Ricardo Pietreczko en las Players Championship Finals, una secuencia terminada con bull, triple 7, bull. Van der Voort calificó la jugada de “extrañamente hermosa” y explicó que, en épocas anteriores, un gesto tan arriesgado podría haber sido interpretado como una falta de respeto hacia el oponente. Para el lector no familiarizado, el oche es la línea desde donde lanzan los jugadores.
Littler ya ha alcanzado finales importantes, ha mantenido promedios muy altos y se ha convertido en uno de los jugadores más seguidos del circuito PDC, un reconocimiento que normalmente se reserva a profesionales con mucha más trayectoria.
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Actitudes en transformación
Van der Voort señaló que una jugada como la del 121 habría generado discusiones en el pasado. “Antes habría terminado en una pelea por algo así, como si estuviera intentando humillar a su rival”, recordó en el pódcast. Según él, la atmósfera actual es menos explosiva que la de los años 2000 y principios de los 2010.
También sugirió que la jugada pudo haber sido intencionada contra Pietreczko debido a tensiones previas entre ambos. “Eso fue totalmente deliberado. No se ha vuelto más prudente después de lo ocurrido la última vez”, afirmó.
Control en el escenario
Lo que más impresiona a Van der Voort es la forma en que Littler marca el ritmo de los partidos. Comentó que muchos de sus rivales tienen dificultades para presionarlo porque el joven parece disfrutar de tomar decisiones poco convencionales incluso en los momentos más ajustados. “Juega con sus rivales y con el propio juego. Hace lo que se le ocurre y encima le funciona”, dijo.
Van der Voort señaló que el resto del circuito tendrá que adaptarse a un estilo que combina potencia de puntuación con soluciones creativas y a menudo poco ortodoxas. A su juicio, solo Luke Humphries parece estar en condiciones de competir con Littler en formatos largos.
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Cuando le preguntaron cómo habría reaccionado él mismo en su etapa como jugador, Van der Voort admitió: “Habría pensado, beep beep. Pero cuando sale bien, hay que reconocer que es bastante ingenioso”.
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