Robertson revela la reacción del vestuario ante la polémica de Salah
La escasa victoria de Liverpool en la Champions League en Milán desvió por un momento la atención de nuevo hacia el fútbol, pero apenas por un instante. Incluso cuando los jugadores atravesaban la zona mixta de San Siro la noche del martes, las preguntas se centraban menos en el penalti ganador de Dominik Szoboszlai que en el compañero que nunca subió al avión.
La ausencia de Mohamed Salah y la tormenta desatada por sus comentarios tras el empate 3–3 ante Leeds United seguían dominando la conversación. Que no viajase con la plantilla de Arne Slot nunca se calificó oficialmente como una sanción disciplinaria, pero fuentes próximas al club admitieron que formaba parte de un intento de “reiniciar” tras unas turbulentas 72 horas.
Una grieta bajo los focos
Las declaraciones de Salah, difundidas por varias cadenas británicas tras el partido con Leeds, fueron mucho más directas de lo habitual. Afirmó sentirse como si lo hubieran “tirado debajo del autobús”, mencionó que él y Slot “no tienen una relación”, y sugirió que “alguien no quiere que esté en el club”.
Para un jugador que con frecuencia elige la diplomacia en lugar del drama, el tono sorprendió incluso a quienes ya conocen las tensiones periódicas entre figuras estelares y la dirección en Liverpool. Los comentarios se propagaron rápidamente en línea, y las imágenes de Salah observando desde la banda en lugar de prepararse para enfrentar al Inter alimentaron la creciente sensación de que algo más profundo estaba mal.
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Reacción desde fuera del vestuario
El exdefensor de Liverpool Jamie Carragher fue de los primeros en responder públicamente. En su intervención en Sky Sports' Monday Night Football, describió las declaraciones de Salah como una “vergüenza”, añadiendo que el momento “parecía diseñado para causar el mayor daño posible”. Trazó un paralelo con un episodio similar del año pasado, argumentando que entonces también Salah “jugó con el corazón de los seguidores del Liverpool”.
Slot, consultado sobre la polémica este martes, mantuvo su respuesta comedida pero firme. “Así no es como manejamos las cosas”, dijo, negándose a dar más detalles sobre debates internos.
Robertson ofrece la visión de un compañero
Qué pensaba la plantilla sobre la situación siguió siendo un misterio hasta que el lateral izquierdo Andrew Robertson habló después del partido. De pie en el pasillo, fuera del vestuario del Liverpool, ofreció una perspectiva serena pero franca cuando le preguntaron por la turbulencia interna.
“Estamos hablando de uno de los mejores jugadores que haya jugado para este club”, dijo Robertson a Amazon Prime. “Fiché en la misma ventana que él. Pase lo que pase, pasó. Por dentro, estamos todos unidos.”
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Hizo una pausa antes de responder a una pregunta sobre el futuro de Salah, escogiendo sus palabras con cuidado.
“Eso dependerá de otras personas, no de mí. Me encanta jugar con Mo Salah, y espero seguir haciéndolo.”
Robertson también subrayó que el Liverpool no se puede permitir distracciones mientras navegan el nuevo formato de la Champions. Un puesto entre los ocho primeros les ahorraría la ronda de play‑offs que complicó la campaña anterior, y la victoria del martes los acercó a ese umbral.
Mirando hacia adelante
El Liverpool recibirá al Brighton en Anfield el sábado, y el partido probablemente se desarrollará bajo la sombra de la dinámica Salah–Slot. Los aficionados estarán atentos a cualquier indicio: lenguaje corporal en los entrenamientos, la alineación, incluso el tono de los comentarios previos al partido, mientras la incertidumbre continúa rondando a una de las figuras más significativas de la etapa moderna del club.
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Por ahora, el mensaje de unidad de Robertson ofrece la señal pública más clara desde dentro del vestuario. Si ese sentimiento logrará estabilizar la situación, lo sabremos en las próximas semanas.
Fuentes: Sky Sports, Amazon Prime Video
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