Gareth Bale comparte el momento privado que puso fin prematuramente a su carrera.
Gareth Bale dice que decidió retirarse del fútbol en silencio, lejos de los focos, y que su decisión tuvo poco que ver con lo que ocurría en el terreno de juego. En cambio, llegó en un momento de agitación personal que lo llevó a replantearse cómo debía ser su vida más allá del deporte.
El anuncio del ex capitán de Gales en enero de 2023 sorprendió a sus seguidores. Acababa de liderar a su selección en un Mundial por primera vez en más de seis décadas, y su contrato a corto plazo con LAFC parecía el inicio de un nuevo capítulo, no el cierre de uno. Pero unas pocas frases publicadas en sus redes sociales dejaron claro que se alejaba de inmediato del fútbol de clubes y de la selección.
Un comunicado que no contaba toda la historia
En ese momento, Bale guardó sus motivos para sí.
Describió su retiro como “con mucho, el momento más difícil de mi carrera” y habló sobre el peso emocional de representar a Gales. “¿Cómo describir lo que significa para mí formar parte de este país y de este equipo?”, escribió en su mensaje de despedida, concluyendo que nunca podría expresar por completo esos sentimientos “solo con palabras”.
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Ese mensaje transmitía emoción, pero ofrecía poca explicación, y la especulación ocupó ese vacío. ¿Se trataba de un desgaste físico? ¿Un deseo de llevar una vida más tranquila? ¿Un final natural tras el Mundial? Bale no dijo nada públicamente... hasta ahora.
Un punto de inflexión personal
En una reciente entrevista con la revista GQ, Bale reveló que su decisión fue impulsada por algo mucho más personal.
“Mi padre se enfermó y eso influyó enormemente en mi decisión (de retirarme)”, dijo. Señaló que los aficionados muchas veces no tienen idea de las presiones que los jugadores enfrentan en privado. “La gente no sabe por lo que está pasando alguien en casa, pero pronto me di cuenta de que hay más en la vida que solo el fútbol”.
No profundizó en los detalles sobre la condición de su padre, pero dejó claro que la situación lo obligó a hacer una pausa y a replantearse su camino. No se trataba de trofeos ni de minutos jugados: sus prioridades habían cambiado.
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Aprender un nuevo ritmo de vida
Desde que se retiró, Bale ha optado por una vida con otro ritmo.
Contó a GQ que ha evitado intencionadamente caer en el ciclo constante de los medios que suele rodear a los exjugadores de élite. La familia, dijo, se ha convertido en el nuevo centro de gravedad. “Nuestros hijos, nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestros amigos, esas son las cosas más importantes”.
También admitió que ahora ve la ansiedad del deporte de élite con una mezcla de incredulidad. “Las cosas que tanto me preocupaban en el fútbol ahora me hacen reír”, confesó.
Y hay nuevas alegrías, también más simples. Ver a su hijo jugar al fútbol le recuerda su propia infancia, mirando hacia la banda para ver a su padre observándolo. Las clases de equitación de su hija se han convertido en otra parte de este nuevo capítulo, uno en el que la competencia ha dado paso al placer de ver a sus hijos descubrir sus propias pasiones.
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El legado que deja
La carrera de Bale figura entre las más laureadas de cualquier futbolista británico en el extranjero.
Como han informado la BBC, Reuters y otros medios, ganó cinco Ligas de Campeones y tres títulos de La Liga con el Real Madrid, dejando algunos de los goles más memorables en la historia del club. Antes de eso, vivió un ascenso meteórico: debutó como adolescente en el Southampton, tuvo un periodo transformador en el Tottenham Hotspur, y protagonizó un traspaso récord mundial al Madrid en 2013.
Su último acto en un campo de fútbol fue fiel a su estilo: un gol de cabeza en la prórroga para LAFC en la final de la MLS Cup 2022, una última muestra de ese dramatismo tan característico en su carrera.
Bale no planeó que ese fuera su adiós. La vida simplemente lo llevó por otro camino. Y ahora, desde un lugar más tranquilo, parece estar en paz con ello.
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Fuentes: Reuters, BBC, AP, GQ Magazine
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