En el fútbol, el objetivo es ganar, pero la manera en que jugadores y entrenadores afrontan la derrota dice mucho sobre su carácter. Las emociones forman parte del juego, pero algunos no saben manejarlas y reaccionan con ataques de ira contra árbitros, rivales o incluso sus propios compañeros. Aquí presentamos nuestra selección de los 15 peores perdedores en la historia del fútbol.
15. Diego Simeone
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Diego Simeone es uno de los entrenadores más apasionados y enérgicos del fútbol. Su intensidad ha llevado al Atlético de Madrid al éxito, pero cuando las cosas no salen como él quiere, su actitud se transforma en algo menos admirable. Desde sus constantes protestas a los árbitros hasta fomentar la pérdida de tiempo y las provocaciones a los rivales, Simeone es conocido por sus reacciones exageradas tras una derrota. Su comportamiento en la banda se vuelve cada vez más dramático cuando su equipo pierde, lo que lo convierte en uno de los peores perdedores del fútbol.
14. Roy Keane
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Roy Keane nunca aceptó perder, y su frustración a menudo se manifestaba en violentos arrebatos. Su infame entrada de venganza contra Alf-Inge Haaland y sus constantes ataques verbales a compañeros y entrenadores lo convirtieron en un competidor temible. Su negativa a aceptar cualquier error o imperfección provocó conflictos en el vestuario y entrevistas en las que expresaba su desprecio sin filtros.
Sergio Ramos ha construido una carrera legendaria, pero su manera de afrontar la derrota deja mucho que desear. Es conocido por sus entradas agresivas, su actitud provocadora y su historial de tarjetas rojas, el más alto en la historia del fútbol. Cuando su equipo pierde, suele recurrir a simulaciones, provocaciones o culpar a los árbitros. Su enfado en El Clásico de 2017, cuando aplaudió sarcásticamente al árbitro tras ser expulsado, es un claro ejemplo de su falta de deportividad.
Antonio Conte es un entrenador con un deseo incontrolable de ganar, pero cuando pierde, su temperamento explota. Ya sea en la línea de banda o en ruedas de prensa, su frustración es difícil de contener. Su acalorada discusión con Thomas Tuchel en 2022 es una muestra de su incapacidad para perder con dignidad. Cuando su equipo es derrotado, Conte suele culpar a los árbitros, la mala suerte o incluso a la directiva de su propio club en lugar de asumir responsabilidad.
11. Zlatan Ibrahimović
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El ego de Zlatan Ibrahimović es tan grande como su talento, y perder es algo que simplemente no tolera. Cuando su equipo no rinde a su nivel, no duda en criticar a compañeros o entrenadores, asegurando que él merecía más. Su arrogancia ha causado conflictos en el vestuario y ha dado lugar a entrevistas en las que menosprecia a rivales y excompañeros. Para Zlatan, la culpa de una derrota nunca es suya, sino de los demás.
10. Neymar
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Neymar es un futbolista con un talento increíble, pero sus constantes exageraciones y simulaciones lo convierten en un mal perdedor. Ya sea revolcándose en el suelo tras un mínimo contacto o quejándose airadamente a los árbitros, Neymar ha perfeccionado el arte de la actuación. Tras una derrota, suele abandonar el campo sin saludar, evitar a los rivales o desahogarse en redes sociales. Su incapacidad para aceptar la derrota con deportividad ha hecho que sea un personaje controvertido en el fútbol.
9. Didier Drogba
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Uno de los momentos más emblemáticos de un mal perdedor fue el enfado de Didier Drogba tras la eliminación del Chelsea en la Champions League de 2009 contra el Barcelona. Su famoso grito de «¡Es una vergüenza!» ante las cámaras demostró su incapacidad para contener la frustración. Aunque su pasión es admirable, su tendencia a explotar en momentos difíciles lo hace merecedor de un lugar en esta lista.
Pep Guardiola es uno de los entrenadores más exitosos de la historia, pero la derrota no es algo que maneje bien. Cuando su equipo pierde, sus entrevistas suelen estar llenas de indirectas, sarcasmo y quejas sobre los árbitros, los rivales o incluso la UEFA y la FIFA. Su tendencia a sobreanalizar los partidos importantes ha llevado a grandes fracasos, pero en lugar de admitir errores, a menudo busca explicaciones externas para justificar la derrota.
7. Luis Suárez
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Luis Suárez es la definición de desesperación cuando se enfrenta a una derrota. Desde morder a rivales hasta detener goles con la mano, como hizo contra Ghana en el Mundial 2010, Suárez está dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar perder. Cuando las cosas no salen como él quiere, se lanza al suelo fingiendo faltas, protesta constantemente y provoca a sus oponentes. Su mentalidad de «ganar a toda costa» a menudo roza lo antideportivo.
6. Pepe
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Pepe fue un defensor feroz, pero también uno de los futbolistas más agresivos y poco deportivos. Conocido por sus brutales entradas, pisotones intencionados y reacciones violentas, su actitud cuando pierde es lamentable. Cuando su equipo va en desventaja, es probable que Pepe inicie peleas, exagere caídas o discuta con el árbitro. Su patada a Thomas Müller en el Mundial 2014 es una muestra de su incapacidad para controlar sus emociones en momentos de tensión.
5. Luciano Gaucci
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Luciano Gaucci, expropietario del club italiano Perugia, llevó el mal perder a otro nivel. Después de que el surcoreano Ahn Jung-hwan eliminara a Italia del Mundial 2002 con un gol, Gaucci intentó despedirlo de su equipo como venganza. Sus acciones fueron tan extremas que la FIFA tuvo que intervenir, convirtiéndolo en uno de los peores perdedores en la historia del fútbol.
Wenger es un entrenador legendario, pero también uno de los peores perdedores del fútbol. Su famosa excusa de «No lo vi» se convirtió en un chiste recurrente cuando se trataba de faltas cometidas por sus jugadores. Sin embargo, cuando su equipo sufría una injusticia, Wenger era el primero en culpar a los árbitros, el calendario o la organización del torneo. Su negativa a aceptar responsabilidades en las derrotas generó años de debates encendidos.
3. Jürgen Klopp
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Klopp es carismático y apasionado, pero cuando pierde, siempre tiene una excusa. Desde culpar al viento y el césped seco hasta quejarse por los horarios de los partidos o la nieve, sus justificaciones para las derrotas han sido de lo más extravagantes. Su tendencia a desafiar a periodistas, enfrentarse a árbitros y no reconocer la superioridad del rival lo convierten en un clásico mal perdedor.
2. José Mourinho
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Nadie juega mejor el papel de víctima que José Mourinho. Ya sea criticando árbitros, menospreciando a entrenadores rivales o sugiriendo conspiraciones contra su equipo, Mourinho nunca acepta la derrota en silencio. Su famosa frase «Si hablo, tengo problemas» suele preceder a largas quejas sobre supuestas injusticias. Desde meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova hasta lanzar medallas al público por rabia, Mourinho es el ejemplo perfecto de un mal perdedor.
1. Cristiano Ronaldo
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No hay futbolista que maneje peor la derrota que Cristiano Ronaldo. Sus reacciones incluyen arrojar su brazalete de capitán, marcharse del campo antes del final del partido o mostrar un claro mal humor. Su ambición es parte de su grandeza, pero su incapacidad para aceptar la derrota con dignidad lo convierte en el peor perdedor en la historia del fútbol.