Los mejores futbolistas italianos de todos los tiempos: el top 10 definitivo

Desde elegantes creadores de juego hasta defensas impenetrables, Italia ha regalado al mundo algunos de los nombres más icónicos del fútbol. Aquí presentamos una cuenta regresiva de los más grandes jugadores italianos, comenzando desde el número 10 hasta llegar al máximo ídolo.

10. Alessandro Del Piero — El señor de la Juventus

Del Piero fue el alma de la Juventus, convirtiéndose en su máximo goleador histórico con 290 goles en 705 partidos. Su lealtad brilló cuando decidió quedarse en el club tras su descenso, anotando 20 goles para devolverlo a la Serie A. También fue clave en el Mundial de 2006, marcando el gol decisivo ante Alemania en semifinales y convirtiendo con seguridad su penalti en la final ante Francia.

9. Dino Zoff — El capitán eterno

La carrera de Zoff despegó verdaderamente cuando se unió a la Juventus a los 30 años, ganando seis títulos de Serie A y dos Copas de Italia. Su constancia y liderazgo lo convirtieron en un símbolo de perseverancia. Su momento de gloria llegó en 1982, cuando, con 40 años, levantó la Copa del Mundo como capitán de Italia—el más veterano en hacerlo.

8. Francesco Totti — El emperador de Roma

Totti jugó 26 temporadas con su querido AS Roma, marcando 307 goles en 786 partidos—récords absolutos del club. Su lealtad fue legendaria, permaneciendo en Roma en lugar de buscar más títulos en otros equipos. En el Mundial de 2006, anotó el gol de la victoria ante Australia en octavos de final, consolidando su papel clave en la conquista del título.

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7. Gianni Rivera — El fantasista original

Rivera fue el primer italiano nacido en el país en ganar el Balón de Oro, llevando al Milan a la gloria europea en 1969. Como creador de juego, marcó el camino para futuras leyendas italianas. Su entrenador, Nereo Rocco, lo definió como un genio, capaz de cambiar un partido con un solo toque, incluso sin correr demasiado.

6. Andrea Pirlo — El maestro sin esfuerzo

Pirlo era un mediocentro que hacía parecer fácil el fútbol, siempre sereno y preciso con el balón. Sus pases curvados y perfectamente medidos desarmaban cualquier defensa. Ganó seis ligas, dos Champions y un Mundial, y comparte el récord de más goles de tiro libre en la Serie A (28). Para Johan Cruyff, Pirlo fue simplemente un “genio”.

5. Franco Baresi — El genio de la defensa

Baresi fue el pilar de la histórica defensa del Milan, combinando fuerza, velocidad e inteligencia táctica. Como líbero, leía el juego a la perfección y salía jugando como un mediocampista más. Frecuentemente comparado con Beckenbauer, aún hoy se debate quién fue el mejor entre ambos superdefensas.

4. Gianluigi Buffon — El guardián eterno

Buffon se convirtió en el portero más caro de la historia en 2001, cuando la Juventus pagó $56.7 millones al Parma. Durante dos décadas, justificó cada centavo, ganando 10 ligas y una Copa del Mundo. Se retiró en 2023 con 45 años como el jugador con más partidos en la historia de Italia y de la Serie A, volviendo al Parma para cerrar el círculo.

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3. Giuseppe Meazza — El primer ídolo de Italia

Meazza brilló en los años 30, marcando 284 goles para el Inter y liderando a Italia a dos títulos mundiales consecutivos, en 1934 y 1938. Su talento y carisma lo convirtieron en un héroe nacional. Rechazado por el Milan de joven por su estatura, acabó siendo tan grande que hoy el estadio que comparten Inter y Milan lleva su nombre: Stadio Giuseppe Meazza.

2. Roberto Baggio — La divina coleta

Baggio fue un mago con el balón, con una visión única, regate espectacular y un instinto goleador letal. A pesar de las lesiones, siempre encontraba formas de brillar. Pep Guardiola, que jugó con él en el Brescia, lo llamó el mejor con quien compartió campo. Incluso con las rodillas destrozadas, Baggio seguía siendo incomparable.

1. Paolo Maldini — El ícono supremo

Maldini lo ganó casi todo: siete títulos de liga, cinco Champions y una reputación como el mejor defensor de la historia. Fue un líder silencioso y elegante que encarnó el espíritu del AC Milan. Famoso por decir que un buen defensor no debería ni tener que hacer entradas, Maldini dominaba el juego con inteligencia y clase.

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