¿Qué podría significar para el futuro del Barcelona el rumoreado acuerdo de compra por parte de Arabia Saudí?
El Barcelona no carece de calidad sobre el terreno de juego. Lo que le ha faltado repetidamente es libertad. Ahora, la reciente especulación sobre un posible cambio de propiedad ha reabierto una pregunta familiar pero incómoda: ¿qué ocurre si uno de los clubes más regulados del fútbol de repente adquiere un poder financiero sin igual?
Informes de Marca y Sport aseguran que el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, presidido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, está explorando una posible oferta que podría valorar al club de La Liga en alrededor de 10 000 millones de euros.
No se han confirmado negociaciones, pero solo la magnitud de la cifra ha desplazado la conversación de una recuperación gradual a una transformación acelerada.
Fuerza sin certeza
Incluso en medio de tensiones financieras, el Barcelona sigue siendo una fuerza deportiva de consideración. Robert Lewandowski todavía lidera el ataque, Pedri dicta el ritmo en el mediocampo, y Lamine Yamal, subcampeón del Balón de Oro, representa el futuro a largo plazo del club.
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Operando bajo estrictos límites de gasto y registro impuestos por La Liga, el Barcelona no obstante incorporó este verano al portero Joan García procedente del Espanyol y aseguró la cesión de Marcus Rashford desde el Manchester United, movimientos que Mundo Deportivo describió como financieramente cautelosos más que expansivos.
Por qué un cambio de propiedad cambiaría las reglas
Los problemas financieros del Barcelona están bien documentados. Tanto Reuters como The Athletic han detallado cómo los niveles de deuda y el sistema de control de costes de La Liga han limitado la capacidad del club para registrar jugadores y renovar contratos.
Una compra no solo aumentaría el poder de gasto; eliminaría las barreras estructurales que han moldeado la estrategia reciente del Barcelona. La eliminación de la deuda por sí sola alteraría cómo el club planifica los contratos, la profundidad de la plantilla, la captación a largo plazo y cómo los rivales perciben su posición en el mercado.
Apuntando a la columna vertebral del equipo
Más que reunir una colección de estrellas, las necesidades más evidentes del Barcelona se encuentran en la columna vertebral del equipo.
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En ataque, Erling Haaland ha sido ampliamente descrito como un punto de referencia a largo plazo en caso de que el Barcelona avanzara más allá de Lewandowski. The Athletic ha informado previamente que el departamento deportivo del club ha debatido perfiles de delanteros de élite para la era post-Lewandowski, aunque el contrato de Haaland con el Manchester City, que se extiende hasta 2034, hace que cualquier movimiento sea altamente improbable.
En las bandas, Nico Williams sigue siendo un objetivo de larga data. ESPN y Marca informaron el verano pasado que el Barcelona exploró activar la cláusula de rescisión del extremo antes de que las preocupaciones de registro detuvieran la operación. Williams, en cambio, amplió su contrato con el Athletic Club hasta 2035.
Con las restricciones financieras levantadas, esa búsqueda sería significativamente más sencilla, aunque tendría efectos colaterales para Marcus Rashford y Raphinha.
El equilibrio en el mediocampo sigue siendo otro asunto sin resolver. Sky Sports y BBC Sport han señalado previamente el interés del Barcelona en perfiles de mediocampistas defensivos, mientras el club busca reducir la carga sobre Pedri. Moisés Caicedo, del Chelsea, encaja en ese molde, aunque su traspaso de £115 millones desde el Brighton en 2023 y su contrato a largo plazo con el Chelsea lo convierten en un objetivo caro y complejo.
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Defensivamente, el central del Arsenal William Saliba ha sido relacionado con los clubes más grandes de España. L’Équipe y The Guardian han informado sobre el interés a largo plazo del Real Madrid en el internacional francés, pero un Barcelona con poder financiero podría presentar un proyecto alternativo, particularmente si se le garantiza un papel de liderazgo.
Oportunidad, escrutinio y contención
Cualquier afluencia repentina de riqueza traería escrutinio junto con oportunidades. Reuters ha subrayado previamente cómo La Liga y la UEFA vigilan las estructuras de propiedad y el equilibrio competitivo, lo que significa que la supervisión regulatoria moldearía cuán agresivamente podría actuar el Barcelona.
Por ahora, las conversaciones sobre la compra siguen siendo especulativas. Pero si la propiedad cambia, el Barcelona no necesitaría una reinvención, sino precisión. Las bases ya están en su lugar. Lo que ha faltado es la libertad para construir sobre ellas.
Fuentes: Reuters, The Athletic, Marca, Sport, Mundo Deportivo, ESPN, BBC Sport, Sky Sports, L’Équipe, The Guardian
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