Ronaldo hace historia al convertirse en el primer futbolista multimillonario
Mucho antes de los jets privados y los hoteles de lujo, la historia de Cristiano Ronaldo comenzó en la isla de Madeira, Portugal, donde creció en la pobreza. En una entrevista de 2019 con ITV, recordó cómo su familia luchaba para llegar a fin de mes.
«Cuando era niño, con 11 o 12 años, no teníamos dinero», dijo. Como el más joven de cuatro hermanos, la vida temprana de Ronaldo estuvo marcada por la dificultad. Su padre combatía el alcoholismo, y su madre incluso llegó a contemplar el aborto debido a la presión financiera.
Ronaldo ha hablado frecuentemente de cómo él y sus hermanos esperaban por la noche fuera de un McDonald’s local, con la esperanza de que les dieran las sobras de comida — un recuerdo vívido del hambre que alimentó su ambición. «Esos momentos se quedan conmigo», le dijo a ITV. «Me hicieron quien soy».
El negocio del genio
Su ascenso de futbolista callejero a multimillonario es un ejemplo de determinación y visión oportuna. Bloomberg estima que su patrimonio neto actual supera los 1.400 millones de dólares, impulsado por contratos históricos, patrocinios y negocios propios.
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Su acuerdo más reciente con el club saudí Al-Nassr se informa que le paga más de 400 millones de dólares, gran parte de ellos libres de impuestos gracias a las normativas fiscales del país. Desde su debut profesional en 2002, Ronaldo ha ganado más de 550 millones de dólares en salarios como jugador, lo que lo coloca entre una élite reducida de atletas con fortunas superiores a los mil millones, junto a figuras como Roger Federer y Michael Jordan.
Analistas financieros señalan que el éxito de Ronaldo refleja una tendencia más amplia: los atletas actuales generan riqueza no solo por su rendimiento deportivo, sino también por su marca personal y su influencia digital.
El poder de CR7
Fuera del campo, el imperio comercial de Ronaldo ha florecido. Con más de 665 millones de seguidores en Instagram — más que cualquier otra persona en la plataforma — se ha convertido en uno de los atletas más comercializables del planeta.
Según Bloomberg, su contrato a largo plazo con Nike le aporta cerca de 18 millones de dólares anuales. Asociaciones adicionales con Armani, Castrol, Tag Heuer, Binance, Samsung, Unilever y Louis Vuitton han sumado más de 175 millones a su fortuna.
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También dirige la marca CR7, que incluye líneas de ropa, fragancias, calzado y agua embotellada. Aunque ha invertido en hoteles, gimnasios y medios de comunicación, Bloomberg señala que estos negocios aportan menos a su patrimonio que sus contratos deportivos y patrocinios internacionales.
La nueva era del jugador-inversor
El acuerdo de Ronaldo con Al-Nassr también incluye, según se informa, una participación accionaria del 15 % en el club — reflejo de una tendencia creciente entre los atletas estrella que buscan ejercer influencia más allá del terreno de juego.
El ex capitán inglés David Beckham y el astro argentino Lionel Messi han seguido caminos similares con el club Inter Miami CF, combinando legado deportivo con oportunidades de inversión.
El patrimonio multimillonario de Roger Federer proviene en gran parte de su participación del 3 % en la marca suiza de calzado On, mientras que la fortuna de 3.800 millones de dólares de Michael Jordan se debe a acuerdos duraderos con Nike y Gatorade, además de inversiones en NASCAR y la NBA.
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No obstante, el camino de Ronaldo ha sido más directo: construido sobre una ambición implacable y una base de admiradores global que trasciende generaciones.
Más allá de los números
Para Ronaldo, las cifras solo cuentan una parte de la historia. Su viaje, desde un niño hambriento en las calles de Madeira hasta convertirse en uno de los atletas más ricos del mundo, es un testimonio de perseverancia y fe en sí mismo.
Pocos podrían haber imaginado que un niño que esperaba sobras de hamburguesas fuera de un McDonald’s un día llegaría a la cima de un imperio de mil millones de dólares. Pero para Ronaldo, ese contraste es precisamente lo que lo define — la prueba de que la disciplina y la ambición pueden superar cualquier circunstancia.
Fuentes: Bloomberg, Reuters, ITV, Forbes
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